Estas frases del propio Buda te ayudarán a conocer lo correcto y nuestra sabiduria interior.
Ni siquiera un dios puede cambiar en derrota la victoria de quien se ha vencido a sí mismo.
Lo que hoy somos descansa en lo que ayer pensamos, y nuestros actuales pensamientos forjan nuestra vida futura.
El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato.
Estamos en este mundo para convivir en armonía. Quienes lo saben no luchan entre sí.
Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de enderezarte a ti mismo.
Uno mismo hace el mal, uno mismo lo sufre; uno mismo se aparta del mal, uno mismo se purifica. Pureza e impureza son cosas de uno mismo, nadie puede purificar a otro.
La mayoría de las personas son como una hoja cayendo, que es llevada por el viento, gira y revolotea en el aire y después cae al suelo. Pero unos cuantos son como estrellas que viajan por una trayectoria definida: ningún viento los alcanza y tienen dentro de sí mismos su guía y destino
El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor.
Duda de todo. Encuentra tu propia luz.
Mejor una palabra que serene a quien la escucha que mil versos absurdos.
No creáis nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo creen; creedlo después de someterlo al dictamen de la razón y a la voz de la conciencia.
El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.
Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas.
No busques la amistad de quienes tienen el alma impura; no busques la compañía de hombres de alma perversa. Asóciate con quienes tienen el alma hermosa y buena.
No creáis nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo creen; creedlo después de someterlo al dictamen de la razón y a la voz de la conciencia.
El hombre que hace el mal sufre en este mundo y sufre en el otro. Sufre y se lamenta al ver todo el daño que ha hecho. Sin embargo, el hombre que hace el bien es feliz en este mundo y también lo es en el otro. En ambos mundos se regocija, viendo todo el bien que ha hecho.
Si tiene solución, ¿por qué lloras? Si no tiene solución, ¿por qué lloras?
No te detengas en el pasado, no sueñes con el futuro, concentra la mente en el presente.
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